"El silencio es un impuesto para la verdad"
En la sociedad moderna, delegamos aspectos importantes de nuestro bienestar a cuatro instituciones: los negocios (bienestar económico), gobierno (seguridad nacional y políticas públicas), los medios (información y conocimiento) y ONGs (causas e incidentes sociales). Para poder sentir que estamos delegando adecuadamente aspectos importantes para nuestra vida y bienestar, debemos confiar que estas instituciones actuaran con integridad y teniendo en mente nuestros mejores intereses.La confianza,por lo tanto, esta en el corazón de la relación de un individuo con una institución, y por ende con el liderazgo de esta. Si la confianza en estas instituciones disminuye, empezamos a temer que ya no estamos en buenas manos. Sin confianza, el tejido de la sociedad se puede desenmarañar y perjudicar a todos. Desde un punto de vista institucional, la confianza es una medida mirando hacia adelante. A diferencia de la reputación, que se basa en el comportamiento histórico de la organización, la confianza es un vaticinador de: si es que los stakeholders nos encontraran creíbles en el futuro, si abrazaran las nuevas innovaciones que introduzcamos y si nos apoyaran o defenderán en forma entusiasta. Por estas razones, la confianza es un activo importante para todas las instituciones, y el proceso continuo de construir confianza debe ser una de las prioridades estratégicas para toda organización.

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