Día del Medio Ambiente: Piensa, Aliméntate y Ahorra


El día del Medio Ambiente fue instituido por la ONU en 1972, en Estocolmo, Suecia, con el propósito de alertar y generar conciencia del estado crítico del ecosistema mundial y hacer entender que el cambio positivo está en nuestras manos.

Anualmente se escoge un país anfitrión, este año se ha elegido a Mongolia y el lema es “Piensa. Aliméntate. Ahorra”, refiriéndose a frenar el desperdicio de comida que llega a ser el 30% de la producción mundial; ya que cada producto implica gasto de suelo, agua y energías diversas, entonces: desperdiciar comida, significa desperdiciar todos los recursos empleados para producirla.

La iniciativa del Estado mongol ha sido incentivar la economía verde en sus sectores más productivos, como el minero que concentra el 80% de sus exportaciones y se espera que siga creciendo al 95% en los próximos años. También han desplegado una campaña para concientizar a sus jóvenes sobre la importancia de proteger el medio ambiente.

Las empresas del mundo han emprendido diversos caminos para mejorar su relación con el ambiente, que van desde los bonos de carbono, los programas de eco eficiencia o la educación ambiental interna y externa. Sin embargo, estos podrían representar esfuerzos aislados si se considera que la gestión del Medio Ambiente implica la presencia de acciones que incluyan principios Ambientales, Sociales y Económicos a la vez.

Todos los sectores sociales, sin distinción de género, edad o ideología deben tomar cartas en el asunto con respecto al cuidado del medio ambiente, porque son las poblaciones civiles, quienes finalmente exigen al Estado la instauración de límites a la contaminación y la depredación, para que este a su vez exija a empresas, instituciones, ciudadanos y hasta a otros Estados. También son las poblaciones civiles las que les dan respaldo a instituciones fiscalizadoras. Pero junto a ellas está el papel clave de los medios de comunicación, encargados de mantenerlas al tanto del estado de la situación.

Debemos tomar conciencia de que cada cosa que hacemos - genera un impacto ambiental que repercute en TODOS hoy, y en especial para el futuro de nuestros hijos.

No basta sólo con que las empresas reduzcan su impacto, o sólo con que los individuos y familias cambien sus hábitos; tampoco basta, tan sólo con emitir leyes con impuestos y límites a la contaminación. Todos los sectores: estado, empresa, ciudadanos, etc. deben trabajar en equipo, cada uno poner de su parte para garantizar un futuro sustentable y una vida digna para todos

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